Rizartrosis. Consejos interesantes….
26 febrero 2018
CONSEJOS INTERESANTES ….
El 65% de los españoles mayores de 65 años presenta rizartrosis
Se estima que el 65% de los españoles mayores de 65 años presenta rizartrosis, degeneración de la articulación que une el dedo pulgar y la muñeca, según Cinfa.
Se trata de un tipo de artrosis que impide o dificulta tareas como coger un objeto entre el pulgar y otros dedos de la mano, limitando la actividad cotidiana de quienes la sufren.
En concreto, las consecuencias son dolor, rigidez y limitación del movimiento de la articulación. Afecta sobre todo a mujeres que ya han pasado la menopausia, pero también resulta frecuente entre algunas profesiones que desarrollan trabajos manuales con carga directa en las manos y algunos deportistas.
«Considerando que este gesto de agarre es necesario para realizar una de cada dos actividades diarias que llevamos a cabo con nuestras manos, como abrir una puerta, abrocharse los botones o subir una cremallera, la artrosis del pulgar deteriora gravemente la calidad de vida de muchas personas en nuestro país. Puede convertirse incluso en causa de incapacidad laboral y social», explica Javier Sánchez,
A medida que pasa el tiempo, se puede producir un desgaste del cartílago, que es la capa protectora de las articulaciones de la mano; así como el aumento del riesgo de padecer artrosis del pulgar la propia genética, los aspectos hormonales, la obesidad y la vida sedentaria, explica el experto.
Dado que es una enfermedad degenerativa y sin cura, el tratamiento persigue aliviar el dolor y frenar el daño en el cartílago mediante fármacos antiinflamatorios y el uso de muñequeras y férulas.
Por todo ello, desde Cinfa han lanzado un decálogo de consejos prácticos para poder convivir con la rizartrosis:
- Recurre a los electrodomésticos en la cocina: en las tareas que impliquen el uso intensivo del pulgar, puedes ayudarte de pequeños aparatos como el exprimidor, el pelador, la batidora o el abrelatas. Además, en lugar de fregar, puedes usar el lavavajillas.
- Usa utensilios ligeros: es conveniente que en casa te decantes por cucharas, cazos y demás cubiertos de plástico o aluminio. Su escaso peso te permitirá manejarlos con más facilidad. También puede ayudarte el que tengan el mango grueso.
- Evita el gesto de ‘pinza’: en vez de asir los platos por los lados con los dedos, sujétalos por debajo, con las palmas de las manos. De esta forma, evitarás efectuar el gesto de pinza con el índice y el pulgar.
- Libera las manos: los expertos aconsejan no aguantar mucho peso con las manos, por lo que elementos como un carrito para trasportar cosas resultan muy útiles.
- No cargues excesivo peso cuando hagas la compra: este momento suele conllevar el traslado de mucho peso o de movimientos bruscos con las manos y brazos, por lo que, si no dispones de un carrito, intenta no sujetar las bolsas con la mano y distribuir el peso entre el antebrazo y el hombro.
- Evita forzar el pulgar: otra actividad que puede dañar tus articulaciones es el momento de llevar maletas. Lo más recomendable es empujarla o arrastrarla con los cuatro dedos, pero no con el pulgar.
- Realiza un programa de ejercicios todos los días: resulta muy beneficioso llevar a cabo diariamente ejercicios sencillos de estiramiento, flexión y extensión que fortalezcan la musculatura y mejoren así la movilidad de las manos.
- Todos tus dedos necesitan atención: para no descuidar el resto de dedos de la mano, realiza maniobras sencillas que potencien su movilidad: sacar una cerilla de su caja, coger monedas de una cartera, abrochar y desabrochar botones o sacar garbanzos de un plato.
- Baños calientes para tus manos: introdúcelas dentro de un recipiente con agua que esté a una temperatura cercana a la corporal, es decir, entre 37ºC y 40º C.
- Consulta a tu farmacéutico el uso de elementos de ayuda: para continuar con tu actividad diaria, puede ser muy útil el empleo de muñequeras textiles que absorban los constantes pequeños movimientos que inconscientemente realizamos durante el día.
«Pueden ser muy beneficiosos también los ejercicios que potencian la musculatura de la mano –añade Sánchez-, así como recurrir a determinadas ayudas en los quehaceres habituales, como un carrito al hacer la compra o electrodomésticos que alivien la carga manual a la hora de cocinar».