Medicina/Telemedicina, Consulta/Teleconsulta, Paciente/Telepaciente…
16 octubre 2020
Todos tenemos claro que esta pandemia ha hecho que se hayan introducido muchos conceptos nuevos y se estén produciendo, y mas que se van a producir, cambios en nuestros hábitos de vida y de trabajo
Es el prefijo TELE, el que más de moda esta en esto momento y viene a significar: servicio prestado a distancia mediante redes de telecomunicación.
El SARS-CoV-2 ha alterado nuestra salud, a unos desgraciadamente mas que a otros, pero también la asistencia sanitaria que se presta a los pacientes. Se han multiplicado las consultas médicas telefónicas y actualmente en atención primaria son las que priman y cada vez mas en atención especializada .La lista de espera para ir al médico de cabecera se está disparando, con a veces grandes diferencias según el profesional y el centro de salud.
Esto ha hecho que las listas de espera se hayan alargado, siendo además la primera visita telefónica, en la mayoría de los caso por un problema agudo.
Las centralitas de atención primaria sufren colapsos, pues tampoco estamos preparados desde el punto de vista tecnológico y humano del que tiene que atender en estas circunstancias tan inusuales que nos ha tocado vivir.
Todo esto rompe la accesibilidad y la longitudinalidad de la atención primaria y hasta las bajas laborales se dan vía telefónica …
No debemos olvidar que además de la infección por el COVID-19 existe mucha otra patología que se está a veces banalizando y a veces dejando de atender adecuadamente y sin lugar a dudas estas patologías también están causando su mortalidad y sus morbilidades añadidas
Afortunadamente la pandemia nos ha cogido en el tiempo de la máxima expansión de las tecnología y de la informática, todo el mundo maneja internet, las redes, los wasaps, las video llamadas y saben lo que es lo ”virtual “, tenemos teléfonos inteligentes, tabletas, portátiles, etc, etc. Eso es lo que pensamos, pero hay determinados colectivos que no tiene estos recursos y no saben manejarlos, y en ellos también la “medicina“ debe de pensar .
Todo esto ha propiciado el desarrollo de la TELEMEDICINA, sin duda bienvenida, pero debemos tener presente que las consultas médicas basadas exclusivamente en la telemedicina son contrarias a las normas deontológicas. Es, por tanto, fundamental adaptar primero la legislación a la práctica clínica y otra vez más ”nos ha cogido el toro“ y no se ha hecho.
La medicina se basa en una relación clínica que es personal, confidencial y terapéutica. Podemos aceptar que provisionalmente tengamos que incorporar la telemedicina para asegurar la distancia social en los centros sanitarios; pero hay que recalcar su provisionalidad, porque muchos médicos (especialmente aquellos a los que no le gustan los pacientes, que por supuesto los hay), gestores y empresas del sector de la telemedicina ya sueñan con que este apaño provisional se convierta en definitivo, con que la telemedicina llegue para quedarse. Los médicos deben tener claro que la medicina se practica con el enfermo. Que para que la medicina sea buena y de calidad es preciso interactuar y tocar, con una relación en la que la interpretación de los estados emocionales, expresión facial, manos y tono de voz; la empatía y la escucha activa son fundamentales.
En la consulta, cada gesto, cada sonrisa, cada mirada, tienen varias interpretaciones posibles, que nos ayudan a un diagnóstico más completo del paciente.
“El peligro del pasado es que los hombres fueran esclavos.
Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots. “